Sometimes the strongest and most wonderful things are those we cannot see

martes, 29 de junio de 2010



Por fin va saliendo el sol... rayos tímidos de calor, que dan fuerza a mi cuerpo cargado de recuerdos cuando los días se visten grises, gateando por mi piel para que el sol los seque. Vuelvo a notar como la alegría se va asomando prudentemente de nuevo en mis horas, dejando entrever pasadas sonrisas.

Hoy pensé en todos los que me han acompañado en este camino, los que han formado parte de mi vida, algunos se quedaron en esquinas pasadas, perdidos, o tal vez escondidos, otros se apartaron de mi lado momentáneamente por años para ser encontrados más tarde en un punto en común, algunos concertando, otros reencontrando sin más.

Tantos otros han estado hombro a hombro conmigo, de una manera u otra, en forma de llamada, de mensaje, de lágrimas compartidas, de palabras, de cariño, de abrazos inesperados...

A muchos les conocí en kilómetros de años avanzados... algunos perdidos de otros caminos, otros por decisiones tomadas y cambios de rumbo y otros simplemente porque habían nacido en esa calle.

Hoy siento con más fuerza el sol y el cariño de cada uno de aquellos que han caminado intermitentemente en mi camino y los que siguen incondicionalmente a mi lado, esperando con ansías las restantes esquinas para ver qué me depara el viaje.

Sin mirar atrás... con la mirada limpia, siento que no puedo permitirme el lujo de retroceder, ni descansar, quiero caminar con luz... volviendo a recuperar la vida en color, abrir mis ojos en la claridad, descubrir de nuevo la simplicidad de una simple sonrisa de una mirada etc
...Hoy el sol me acarició y esbocé una cautelosa sonrisa

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