Cuando conoces el rumbo ya no necesitas evaluar si falta mucho o poco, si vas a llegar o no, ni que harás después.
Aunque desconozcas dónde estás parado y cómo sigue tu camino, mientras sepas dónde está tu norte no estarás perdido, aunque no tengas un puerto a la vista, aunque no sepas qué te encontrarás en tu próxima parada.
Sencillamente, GRACIAS.
Comienzas una nueva etapa!!!
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