Sometimes the strongest and most wonderful things are those we cannot see

martes, 11 de enero de 2011


Cada persona tiene un concepto diferente de lo que es la infidelidad, pero la sola palabra nos asusta, le tememos, más si hemos sido victimas de ella. Los que la han experimentado tienen un concepto diferente, ya que no es lo mismo vivirla a verla desde afuera.

La infidelidad nos acaba como ser humano, cuando llega a nuestra vida, llega de golpe con una entrada gratis al parque de las emociones, ya que cuando descubrimos que somos engañados las recorremos todas: dolor, traición, ira, duda, angustia, fustración, tristeza, decepción, soledad, abandono, asombro, incredulidad, sorpresa, venganza. Cuando la presentimos es la duda, la desconfianza y el temor al abandono la que nos controla. En ese momento la infidelidad no la vemos pero pesa más porque la sentimos.

La infidelidad es asesina, no solo de todo lo construído sino del ser mismo, mata el autoestima, y se justifica diciendo que busca afuera lo que no hay en casa, nada más absurdo y cruel.

La infidelidad es un incendio que devora todo a su paso, arrasa con todo, lo peor es que el incendiario que puede detenerlo, por el contrario lo aviva más y más. En la infidelidad no solo el engañado sale calcinado.

Podemos prevenir una infidelidad?, tal vez sí, tal vez no. La infidelidad a veces puede ser el fin de una relación o por el contrario el inicio de la misma, todo va en la capacidad de perdón, las circunstancias del hecho y el compromiso de las partes. Lo más importante es recuperar el autoestima, ver las cosas como realmente son y darnos la oportunidad de empezar si se puede con esa persona, o solos, lo importante es salir de ahí y comenzar nuevamente a vivir, no es fácil, pero tampoco imposible.


De todas maneras, el daño queda hecho, la infidelidad duele y dolerá por mucho tiempo.......

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