Cada historia es un largo camino que sólo conoce quien ha tenido que recorrerlo Ser bienvenidos a mi mundo.
Sometimes the strongest and most wonderful things are those we cannot see
martes, 25 de mayo de 2010
***El primer paso***
Me encanta hablar de los ideales. Sería capaz de pasar un día entero hablando con cierta amiga mía sobre los sentimientos y emociones más profundas del ser humano. En cuanto parece que ya hemos desgajado una, nos ponemos con otra. Si no es el amor, es la amistad y sino la envidia… así podría seguir una larga lista de complicados conceptos que ya han pasado por nuestro ser en estos años que llevamos disfrutando de la vida.
Cuando, por fin, consigues darle una forma en tu mente, consigues rebajar la complejidad del asunto a un preciso y claro esquema, entonces, miras a través del cristal y lo ves todo claro. Crees que con esa conclusión podrás manejar los hilos de tu vida o al menos usarla muy en tu favor.Saberlo es el primer paso”dice ella, cuando después de darlo vueltas en su inquieta cabecita cree haber llegado al quid de la cuestión. Un planteamiento estupendo, unas conclusiones únicas y maravillosas a las que nuestra mente asiente como si fueran uno de esos mandamientos básicos que conforman el kit para no salir escaldado de la vida. Y estoy de acuerdo, es el primer paso. Un paso necesario absolutamente para vivir a gusto, un paso para aclarar nuestros ideales de la vida. Pero, me pregunto yo ¿cuántos pasos más hay que dar para que seamos capaces de dar forma en nuestros actos a estos machacados pensamientos?¿Podemos llegar a esa ansiada meta?
Creo que somos incapaces de conocernos a nosotros mismos por una sencilla razón; somos variables, demasiado variables. Dependemos de infinidad de cosas que nos condicionan, cada vez más, prácticamente todo. Lo que hoy se define en tu vida como algo relevante, quizá mañana no lo sea. Todo cambia, está claro. Pero hasta que nuestra mente dé este giro de tuerca, debemos llevar toda nuestra teoría a la práctica, y ahí viene lo complejo. Llega un momento en el que el esquema se rompe, surgen factores inesperados que te sorprenden hasta tal punto de poner en duda tus máximas reflexiones. Ahora estás al otro lado del cristal y las cosas no son tan sencillas. Es el momento y no sabes qué hacer. Un día descubres que el chico/a que eres o creíste ser no le encuentras, no ahí, en ese momento, en esa situación. Querrías acoplarte a lo establecido, traería menos problemas, pero no puedes. Te supera. Todo aquello en lo que pensaste se desvanece en un segundo. Tu alma te sorprende de nuevo ¿Y qué harás mañana? ¿Pensarás una nueva reflexión sobre lo sucedido? ¿Volverás a componer un nuevo esquema como otra de las opciones que te ha enseñado la vida? ¿Servirá de algo?Quizá sí, quizá no. Lo que es conveniente tener claro es que no será para siempre, no de esa manera. Cuanto antes nos demos cuenta de que nuestros ideales son tan frágiles como una hoja que se lleva el viento según hacia donde sople, mejor. La vida nos sorprenderá, para bien o para mal, durante el resto de nuestros días. Quizá ahí este la gracia de vivir. Pero, mientras no llegue ese ‘instante decisivo’ seguiremos trasteando en nuestra mente, moviendo de un lado para otro recuerdos, compartiendo experiencias y maquetando el ideal del momento.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario